guerreros del caos

silencio en el parque, la ciudad de fondo. tres hombres y dos mujeres reunidas en torno a unos litros de cerveza y unos bricks de vino a modo de plano. el suelo está lleno de líneas y marcas que unen litros y cajas de vino entre sí. todos miran al suelo y de vez en cuando lo señalan.
-nosotros somos once. ¿cuántas personas habéis logrado reunir?- cresta y bomber llena de parches, vagabundo dueño del parque, hombre de planes y futuro fue él quien convocó la dispar reunión.
-trece.
-siete.
-diez.
-perfecto. he recibido la señal. lo haremos mañana.
-¿no somos muy pocos?
-mi cuadrilla no estará lista, no hemos entrenado lo suficiente.
-da igual. no hay tiempo. tendremos que arriesgarnos.
-sin riesgo no hay beneficio.
-así es.
-escuchadme atentos. no lo voy a repetir. por la mañana tomaré la comisaria con mi panda exactamente a las doce aeme. así lo haremos: tres de mis hombres entrarán a la sala de los deneís, otros tres a las del juzgado, el resto esperaremos fuera. exactamente a las doce haremos explotar la cafetería donde los maderos toman café y hablan de los adolescentes a los que han pegado. entonces mis hombres en los deneís recorrerán la comisaria a base de plomo hasta la armería, los de los juzgados habrán ya colocado la dinamita y robado cuatro llaves. en quince minutos hemos robado cuatro coches azules y abandonado en llamas el hormiguero azul. la guardia civil tardará veinte minutos en aparecer, para entonces ya deberíamos estar en marcha hacia
-el ayuntamiento. donde mis hombres habrán producido un atasco de coches ardiendo, excepto justo por la calle Colón, por donde apareceréis vosotros. desde la azotea lanzaremos molotovs a los verdes, seguro ya encima nuestro.
-¿cómo tomaréis el ayuntamiento?
-es fácil. dos matan directamente a los locales en la entrada a las dependencias burocráticas, otros tres entran a atención al ciudadano, joden a la poli en la sala y desalojan a los civiles. entramos el resto, menos los tres jovencitos encargados de vigilar el perímetro, y subimos a la azotea pasando previamente por el almacén histórico donde nos proveeremos de buenas bayonetas.
-¿y la policía local no aparecerá también por allí? aunque la verdad que para lo que harían...
-esa es nuestra parte del plan. a las doce y cinco exactamente habremos hecho detonar las bombas que esta misma noche colocaremos debajo de las comisarias de policía local, de la delegación del gobierno y de la catedral. ¿dónde nos necesitaréis por la mañana?
-¿habéis preparado los carros?
-sólo dos están disponibles, es lo que tiene la rapidez de acontecimientos...
-entonces sobran cuatro hombres...
-donde los necesites...
-está bien. lo tengo. estarán en el ayuntamiento. ayudarán a los encargados del atasco con cócteles molotov cuando la guardia civil arribe.
-¿y el alcalde?
-lo colgaremos del reloj del ayuntamiento cuando yo llegue. para las doce y veinticinco debería estar la plaza repleta de simpatizantes y revolucionarios ansiosos por tener su arma y matar maderos. les regalaremos a ellos la muerte del alcalde, y abriremos entonces las arcas con el poco dinero que guarda en metálico la alcaldía. las paredes estarán ya llenas de graffitis y pintadas...
-¿y los militares?
-esa es la parte de los paletos...
-ojito hijoeputa...
-jajaja! tranqui...
-sí. nosotros nos encargaremos de bloquear cada entrada y salida de la ciudad. tres puntos clave: las rotondas de la Paz y de la Libertad, y el cruce de Santa María. es fácil... abandonaremos tres coches en llamas en cada entrada y nos moveremos en furgonetas a la última entrada, por la que los militares intentarán entrar en la ciudad. ponemos la dinamita en el suelo y cuando pasen...
-¡boom!
-eso es.
-perfecto. ¿está claro?
-sí.
-sí.
-sí.
-sí.
-pues que así sea. tomad -reparte un walki a cada uno de los participantes, menos a la que ha permanecido en silencio toda la reunión a su lado.- y recordad que sólo lo usaremos en caso de grave perturbación de nuestros planes.
-no os pongáis nerviosos, procurad asesinar sólo a policías... -silencio grave.
-quiero recordar que hacemos esto porque se lo debemos a nuestros hijos. ya basta de quejas, de jugar al ciudadano decoroso y cívico que no deja de tragar mierda ni siquiera cuando no tiene qué comer. ya basta de políticas, votos inútiles y burocracias. podemos hacer de este mundo lo que deseemos, son ellos los que nos engañan con placebos, los que nos impiden vivir como es debido y sin restricciones, son ellos los que nos mienten, los que nos matan día a día a base de salarios y esclavismo sutil... es hora de pagarles con la misma moneda...
- y ahora marchad y dormid bien... mañana comenzará un mundo nuevo... el caos...

marchan en silencio, sin saludos cordiales. quedan en escena el vagabundo y la chica abrazados, miran la ciudad.
-mañana comenzará nuestro mundo...