uno de zombies

sucedió de repente. tomábamos café en el Alcaraván. él estaba pálido. todos teníamos mala cara, llevábamos días sin dormir a cargo de la facultad. fue al baño. a nadie le sienta bien un examen de tres horas.

-¿estamos todos así de mal?

-no. da igual.

cuando regresó estaba ya enfermo. expulsaba sangre por todos los poros de su cuerpo. había dicho que no le había salido bien el examen. escupía agonizante al tratar de llegar donde paraban nuestras cabezas. era extremadamente torpe, lento y estúpido. deprimente. 

un viejo se encargó de frenarlo con un bastonazo certero en la nuca. acaba la escena con el cadáver de nuestro amigo en el suelo. estaba jodido de todas todas. llamamos a una ambulancia y pasamos el mal trago con un chupito. alguien vomitó. salimos los fumadores a ejercer.

-es una pena.

-era buen chaval.

-no hay duda.

-aunque se estaba dejando bastante.

-sí que estaba taciturno.

-siempre solitario.

-no deja de ser una verdadera pena.

-no hay duda.

-¿qué le habrá pasado?

entonces se abrió el portón a nuestra derecha escupiendo una chica rubia semidesnuda. estaba asustada y acelerada en exceso. era preciosa sin embargo.

-mi novio... está enfermo...

odio los noviazgos. da igual. el siguiente en salir fue el novio sin camiseta. músculos repletos de sangre. lento y estúpido. le lanzamos las sillas de la terraza hasta hacerlo caer. después le clavamos una pata de mesa en la cabeza. sólo entonces se detuvo. la rubia lloraba y gritaba, hipaba patéticamente al mirar el cuerpo inerte de su ex. da igual.

de ahí en adelante fue un acontecimiento común. a cualquier hora del día aparecía uno o dos por la calle. mordían los hijos de puta. sin contagios. 

cayeron políticos, aristócratas y empresarios tanto como obreros, economistas y vagabundos. aquel que no fuese fiel a sus impulsos, a su vocación; aquel era el que sangraba hasta morir repentinamente. tres o cuatro días de dejadez y la ponzoña tomaba el cuerpo ya inerme.

los medios empezaron a anunciarlo. abundaban en internet los anuncios y las indicaciones. aquel que cayese en la inactividad sufriría la metamorfosis. aquel que se dejase llevar en la vida contemplativa.

desde entonces todo fue mucho más fácil. los incidentes ocurrían por doquier. sin embargo todos aprovechamos para llevar a cabo nuestras decisiones y planes. por fin estuvo claro lo que debíamos combatir. y perdimos el miedo. desapareció la mediocridad para siempre. todos nos esforzamos al máximo por hacer vida. por hacer camino al andar. la creación y la recreación fueron nuestras armas, y el mundo fue precioso por una temporada.

hoy, tras noches de insomnio o mal sueño temo mi caída. lo huelo, la indecisión me está pudriendo, la desgana. pienso en rendirme. da igual ¿no? descansar, fundirse en la nada absoluta, suena tan tentador a veces. 

suena el móvil.

-¿sí? ... ¡eh tío! ... nada ... aburrido en casa ... el examen ... sin más, da igual ...

... ¿en el Alcaraván? ... bien ... ahora nos vemos.