diré que me la pica lo mal que puedan estar redactados, que no es lo importante para mí la perfección estética, sino la estilística. y no es que yo lo decidiera, es que el silencio diario me impulsa a gritar en mis cuadernos aquello que de verdadero queda en nuestro mundo artificial. gritarlo sin tapujos ni asomo de perfección. y no quiero vivir mis días corrigiendo mis textos, sino ejercitar y ejercitar hasta lograr cierta soltura gramatical de redacción presentable y, sobretodo, sincera.
diré que me lo flipo escribiendo, que me creo capaz de todo (sólo a la poesía guardo cierto respeto miedoso), que me hace sentir a veces sobre las tablas de un escenario mucho más grande que el que pisé tantas veces en mis años de actuación. y me gusta leerme y buscarme en mis textos, verme al verlos tal y como soy, aunque duela tantas veces tanto tantísimo matar los sentimientos con un boli en un papel. aunque duela verse y no gustarse.
diré que no tengo ninguna intención de publicar nada de lo aquí escrito, pues consciente soy de estas imperfecciones que rozan el error. aunque anhelo el día en que mis letras toquen el papel de una imprenta sé que no es próximo ni así lo quiero. nos queda mucho que vivir como pobres estudiantes, aprendices o caminantes. escribir es tarea siguiente de hacer vida.
diré que lejos estoy de la belleza estilística, no así de la conceptual. y este blog es horrible como el anterior y el otro, no soy bueno diseñando páginas, tal vez con los años... y mis textos son simples o me voy por las ramas complicando todo demasiado. estoy ensayando, si cabía todavía alguna duda. esbozando, intentando, aprendiendo.
comentad lo que os guste, haced visibles las erratas, discutid lo que está mal de base, sin tapujos ni vergüenzas.
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