18/4/14

metromadrid

mirar al suelo, evitar la presencia de la mujer que invade espacios vitales, tontear con tu smartphone, fingir pensamientos profundos, la suerte de los que pueden dormir, la de los que pueden leer bestsellers, escuchar musica y mover el pie o la rodilla o la cabeza o todo a la vez.
mirar al suelo de nuevo, observar tus zapatillas y compararlas con las del resto del vagon, las zapas dicen mucho.
levantar la vista, una mirada fija en la tuya, brusco giro.
encontrar ese punto vacio al que mirar entre cabezas, punto que justo entonces una mama con su bebe ocupa, maldecir mentalmente.
volver a empezar. vistazo al suelo, hay unas zapas nuevas.
memorizar cada sutileza en las pulidas superficies del vagon, examinar y nombrar mentalmente los ancianos de mas a menos ergonomicos.
dar la espalda al interior, bucear esa oscuridad del tunel de gusano en movimiento, es el tren lo que se mueve? el peligro reside en fijar la mirada por accidente en alguna sexy entrante inminente, lo bueno es que constituye un comodin para los contactos intermetro.
si. evitar cualquier contacto: visual, fisico, emocional, telequinesico... abolir la espontaneidad tanto como la sinceridad... en el futuro un cartel avisara de ello, de momento nos conformaremos con el caracter convencional de las normas del buen comportamiento metrico.
escuchar conversaciones ajenas, como la de esas dos pijinas a tu derecha, manos en los bolsillos ojos fijos, no se deben enterar, medio vagon escuchando un insustancial intercambio de sandeces. ya se callan. jo.
buscar a lo lejos el punto de fuga, realizar que la mayor parte de ojos quedan por debajo, buscar los que quedan a tu altura y compartir una especia de fuck yeah silencioso, ordenar las existencias de alto a bajo y viceversa.
aquel bebe con mujer que te robo el punto de mira recibe arrumacos de una anciana bastante ergonomica, las existencias metricas giran apenas perceptiblemente sus caderas, focalizando esa pequenia delicia de escena, realmente goloso. sonrisas que saben al oxigeno mas puro.
oir la voz metalica que dice Legazpi. relamerse de gusto.
hastaprobablementenunca bonicos.

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